Mucho se empieza ya a hablar del trabajo psicológico dentro de los panoramas competitivos y podemos asegurar, con datos objetivos, que los grandes equipos y jugadores de todos los deportes cuentan con la ayuda de psicólogos para potenciar su desarrollo. Y los eSports han decidido no quedarse atrás en este aspecto.

El gran auge en el mundo de los eSports precisa de un crecimiento de la mano de todas aquellas profesiones que permiten el correcto avance del mismo sector. Y es en este punto en el que nos encontramos con fisioterapeutas, nutricionistas, asesores de imagen o psicólogos. Pese a que nosotros lo tengamos claro, muchos de los que desconocen estas tendencias tecnológicas se preguntan si realmente es necesaria la presencia de este tipo de profesionales en el mundo de los deportes electrónicos. Sí. Lo es. Y no lo decimos nosotros, una empresa de psicología deportiva para eSports, sino que lo dicen los propios equipos, profesionales, jugadores y medios de comunicación. El trabajo de mental coaching dentro de los eSports es especialmente imprescindible para desarrollar, por ejemplo, las competencias competitivas de los equipos.

¿Por qué es necesario un mental coach en un equipo de eSports?

Para empezar, debemos valorar cuáles son los aspectos que influyen en el desarrollo de una partida. Es entonces —mirando una partida de cualquiera de los juegos — cuando nos damos cuenta de que la parte mental del jugador es la que juega el papel principal en los eventos competitivos y que, en muchos casos, el máximo rival con el que se encuentran los jugadores profesionales está dentro de su cabeza. Observando estas mismas partidas, podemos ver como muchos jugadores tiemblan mientras juegan, sonríen de forma nerviosa, reaccionan con ímpetu desmesurado y/o cometen errores muy irracionales tras haber fallado una jugada. O lo que puede ser peor, que el nivel de un equipo baje considerablemente en competiciones o eventos presenciales. Entonces, ¿qué pasa ahí dentro para que todo esto ocurra?

Es en este punto cuando es necesario un apoyo que permita al jugador poder conocer, gestionar y evaluar sus propias emociones para sacar el máximo partido de ellas en competición y, muy importante, minimizar el efecto adverso que pueden tener muchas de ellas.

El nuestro, es un trabajo que no va dirigido tan solo a la mente de una persona o a su capacidad competitiva, sino que también se extiende a los hábitos, a los rituales, al desarrollo personal y a la capacidad de socializar de uno mismo. Aspectos que, en la gran mayoría de casos, nadie ha aprendido a lo largo de su vida ni en su formación escolar (cosa que sería muy útil) y que toca entonces aprender cuando uno se enfrenta consigo mismo en competición. ¿Hemos dicho enfrentarse a uno mismo? Sí, solo superando las adversidades que nos imponemos a lo largo de la vida podremos competir de una forma más óptima y efectiva.

Pero los mental coaches no solo nos limitamos al desarrollo individual de los jugadores. En absoluto. Sabemos que el proceso de crecimiento de un equipo quedaría cojo si nos olvidamos del staff o del equipo. Y en este punto, en el que incluimos más agentes que un único individuo, es donde incorporamos el trabajo a partir de la comunicación eficaz. Porque ¿qué sería de las relaciones humanas si supiéramos comunicarnos de una forma eficaz cuando estamos trabajando en equipo? Nos alejamos un poco de esta utópica idea y analizamos lo que ocurre en el terreno: juicios, críticas, egos, arrebatos, enfados, bromas o silencios, son los aspectos clave dentro de los equipos de eSports que precisan de un correcto reenfoque para permitir que la cohesión grupal sume al objetivo del equipo. Porque lo más fácil es lo que hemos aprendido a hacer y aquello a lo que estamos acostumbrados. Pero si siempre hacemos lo mismo, siempre obtendremos los mismos resultados.

El mental coaching en los eSports nace para potenciar el empoderamiento individual y el desarrollo del equipo teniendo en cuenta todos aquellos factores que influyen directa o indirectamente en los agentes implicados: desde familiares, compañeros, followers, parejas, hasta el camarero que te ha puesto mala cara por pedirle un café descafeinado, de máquina, con sacarina, en vaso corto. Todo tiene una influencia directa en nosotros y nadie está entrenado para conocer y gestionar sus propias emociones. Y es que, al fin y al cabo, siempre se dice que “todo el mundo necesita un psicólogo”, pero no son tantos los que apuestan por ello. Por suerte, cada vez más personas y equipos dentro del mundo de los eSports consideran que el trabajo psicológico dentro de este sector aporta un valor añadido diferencial clave para su progreso.

Y ya no solo hablamos de los deportes electrónicos. ¿Te has planteado alguna vez poner un mental coach en tu vida? Pruébalo, y luego nos explicas.

¡Nos vemos en el siguiente Pixel Blog!

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